Sería bueno hacer un porcentaje de las expresiones de agrado y desagrado durante nuestro día solo para notar que la queja ocupa un lugar importante del mismo.
Es un síntoma desagradable que nos deja una sensación de disgusto, de disconformidad, por una situación vivida o por vivir. La queja nos predispone mal a nuevas situaciones y no nos permite disfrutar de las mismas.
Es tambien un termómetro que mide nuestra madurez, la capacidad de caminar mirando las cosas buenas que hemos recibido y reconocer que aún las situaciones que nos desagradan son una oportunidad de crecimiento.
La queja hace perder tiempo. Nos focalizamos tanto en las cosas que nos molestan que no podemos disfrutar de otras buenas que están pasando en simultáneo. Maquinamos un montón de tiempo como podemos expresar nuestro descontento de la mejor manera en vez de ayudar a construir algo mejor.
La queja puede ser entonces desencadenada por situaciones que nos tocan vivir, personales, o hacia lo que terceros hacen. En este último caso y pensando en la familia cristiana solemos quejarnos de lo que con esfuerzo otros llevan a cabo. Tengo la creencia de que la mayoría de las veces cuando nos quejamos no estamos realmente involucrados con las actividades. Los amos de la queja son aquellos que no sirven, que no se involucran; y lo peor de esa actitud es que edifica sino que traslada el descontento hacia otros hermanos.
"dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús"
Cuando tengo la tentación de quejarme tengo que parar mi pensamiento en esa dirección y decir. ¿esta persona hace lo que hace para servir a Dios? si me molesta ¿cómo puedo hacer para decirlo y ser de edificación?.
En mi vida ¿qué situaciones me producen descontento y queja? ¿cómo puede Dios estar usando esas circunstancias?
2 comentarios:
ya sé que no es facebook pero "ME GUSTA"!!!!
A mi también me gusta, mucho!! Gracias Dai! =)
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